Figuras retóricas
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La Onomatopeya
es una figura retórica que consiste en utilizar palabras cuya pronunciación
imita o sugiere sonidos naturales.
La Onomatopeya puede estar formada por:
-interjecciones: ¡pam!, ¡zas!, ¡paff!, ¡brummmm!...
-aliteraciones: se repiten sonidos a lo largo de
diferentes palabras:
"En el silencio sólo se escuchaba un susurro de
abejas que sonaba" → la repetición del sonido [s] imita
el zumbido de la abeja
El kikirikì del gallo me despertó El chacachà del tren |
Ejercicios
Ejercicio 1: Señalar el sonido natural a que se refiere
cada una de las onomatopeyas expuestas.
¡auuu! - (lobo)
¡tolón,tolón, tolón! - (campana)
¡buuum! - (explosión)
¡piiii!, ¡piiii! - (claxon, pito)
ñam, ñam, ñam - (comer)
¡bang!; ¡pam, pam! - (disparo de pistola)
¡achís! - (estornudo)
¡je, je! - (risa astuta)
¡ji, ji! - (risa contenida)
¡jo, jo! - (risa socarrona)
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Metàfora La Metáfora es una figura retórica que consiste en identificar un término real (R) con uno imaginario (I) entre los cuales existe una relaciòn de semejanza o analogía.
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Canción: Negrita de mis pesares
Negrita de mis pesares
Ojos de papel volando Negrita de mis pesares Ojos de papel volando A todos diles que sí Pero no les digas cuando Así me dijiste a mí Por eso vivo penando
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Aliteraciòn Consiste en la repeticiòn de un sonido para transmitir una sensaciòn: uso de la ch en cada palabra. |
Canción: Chilanga banda
Ya chole chango chilango que chafa chamba
te chutas no checa andar de
tacuche y chale con la charola Tan choncho como
una chinche más chueco que la
fayuca con fusca y con cachiporra te pasa andar de guarura Mejor yo me hecho una chela y chance enchufo
una chava chambeando de chafirete |
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martes, 22 de enero de 2019
Figuras retóricas
jueves, 17 de enero de 2019
La persona con orientación necrófila
El
necrófilo vive en el pasado, nunca en el futuro. Sus emociones son
esencialmente sentimentales, es decir, alimentan el recuerdo de emociones que
tuvieron ayer, o que creen que tuvieron. Son fríos, esquivos, devotos de “la
ley y el orden”. Sus valores son exactamente
lo contrario de los valores que relacionamos con la vida normal: no la vida,
sino la muerte los anima y satisface.
Las
personas necrófilas suelen manifestarse de la manera más clara en los sueños de
una persona. Esos sueños tratan de asesinatos, sangre, cadáveres, calaveras,
heces; en ocasiones también de hombres transformados en máquinas o que actúan
como máquinas. De vez en cuando puede tener lugar un sueño de este tipo en
muchos individuos sin que indique necrofilia. En el individuo necrófilo los
sueños de este tipo son frecuentes y a veces se repiten.
Al individuo
muy necrófilo se le pude reconocer con frecuencia por su aspecto y sus gestos. Es
frío, tiene una piel que parece muerta y con frecuencia su cara tiene una
expresión como si estuviera oliendo un mal olor. (Esta expresión podía verse
claramente en la cara de Hitler.) Es ordenado, obsesivo, pedante. Este aspecto de
la persona necrófila fue mostrado al
mundo la figura de Adolf Eichmann. Éste se sentía fascinado por el orden
burocrático y por la muerte. Sus valores supremos eran la obediencia y el
funcionamiento adecuado de la organización. Transportaba judíos como hubiera
podido transportar carbón. Que fueron seres humanos es cosa que no entraba en
el campo de su visión, y en consecuencia no tiene importancia el problema de si
odiaba o no a sus víctimas.
Bibliografía
Fromm
Eric. (2000). El corazón del hombre. México: F.C.E.
*Leer la persona que ama la vida.
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