Más allá de Ghor había una ciudad.
Todos sus habitantes eran ciegos. Un rey con su cortejo llegó cerca del lugar,
trajo su ejército y acampo en el desierto. Tenia un poderoso elefante que usaba
para atacar e incrementar el temor de la gente. La población estaba ansiosa por
ver el elefante, y algunos ciegos de esta ciega comunidad se precipitaron como
locos para encontrarlo. Como no conocían ni siquiera la forma y aspecto del elefante
tantearon ciegamente para reunir información, palpando alguna parte de su
cuerpo. Cada uno pensó que sabía algo, porque pudo tocar una parte de él. Cuando
volvieron junto a sus conciudadanos, impacientes grupos se apiñaron a su alrededor.
Todos estaban ansiosos buscando equivocadamente la verdad de boca de aquellos
que se hallaban errados. Preguntaron por la forma y aspecto del elefante, y
escucharon todo lo que aquellos dijeron. Al hombre que había tocado la oreja le
preguntaron acerca de la naturaleza del elefante. El dijo: “Es una cosa grande,
rugosa, ancha y gruesa como un felpudo”. Y el que había palpado la trompa,
dijo: “Yo conozco los hechos reales, es como un tubo recto y hueco, horrible y
destructivo”. El que había tocado sus patas dijo: “Es poderoso y firme como un
pilar”. Cada uno había palpado una sola parte de las muchas. Cada uno lo había percibido
erróneamente. Ninguno conocía la totalidad…
Idries Shah, Cuentos de los Derviche.
*Contesta las preguntas para construir la discusión
Si todos los ciegos en la
historia quisieran seguir indagando sobre el objeto tocado (el elefante), ¿qué
tendrían que hacer para saber lo que es?
¿Cuán natural le parece a
cada alumno el hacerse preguntas acerca de sus propios filtros perceptivos, su
propia subjetividad? ¿Qué valor tendría esta exploración, si la pudiéramos realizar?
¿Hasta que punto es posible
conocer nuestros propios filtros perceptivos, nuestra propia subjetividad?
¿Qué tipo de situaciones de
vida podría provocar una indagación personal en este terreno?
¿A algunos de los alumnos o
alumnas les ha pasado algo de esta naturaleza?
¿Existen situaciones
cotidianas o quehaceres académicos en los cuales las posiciones subjetivas
pueden ayudar a profundizar nuestro conocimiento? ¿Qué situaciones o quehaceres
ameritan buscar una perspectiva más bien objetiva?
¿Es la objetividad un
sin-sentido o más bien una meta a perseguir?
¿Cuál es su punto de vista
sobre el valor de la objetividad en el conocimiento?
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