Estamos primordialmente dedicados a
distanciarnos, destruirnos, intimidarnos, decepcionarnos, degradarnos y devaluarnos
y no sabemos cómo cambiar esta situación. Un nuevo lenguaje de amor puede
rehacer nuestras mentes. En su importante libro, The Human Connection, (La
conexión humana) Ashley Montagu y Floyd
Matson manifiestan que el amor es la forma más elevada de la comunicación.
Dicen:
La comunicación humana, “que como dice el proverbio, es un choque de símbolos” abarca una multitud de signos. Pero es algo más que medios publicitarios y mensajes, información y persuasión. También satisface una necesidad más profunda y sirve a un propósito más elevado. Ya sea clara o tergiversada, tumultuosa o silenciosa, deliberada o fatalmente descuidada, la comunicación es el terreno de reunión y los cimientos de la comunidad. En Breve, es la conexión humana esencial.
De manera que, si usted quiere establecer la conexión humana en una relación de amor, quizá dese analizar lo siguiente:
Dime a menudo que me amas, a través de tu charla, tus acciones y tus gestos. No supongas que yo sé. Quizá muestre signos de turbación e incluso niegue que lo necesito, pero no lo creas, hazlo de cualquier manera.
· Felicítame a
menudo por los trabajos bien desempeñados y cuando falle no me desacredites, en
vez de ello, dame seguridad. No tomes muchas de las cosas que hago por ti como
algo que se da por sentado. El refuerzo positivo y el agradecimiento darán como
resultado la seguridad de que yo la repita.
· Hazme saber
cuando te sientas deprimido, solo o incomprendido. Seré más fuerte al saber que
tengo el poder de consolarte. Los sentimientos, sino se verbalizan, poder ser
destructivos. Recuerda, aun cuando te amo, no siempre puedo leer tu mente.
· Expresa
sentimientos y pensamientos jubilosos. Le darán vitalidad a nuestra relación.
Es maravilloso festejar los no cumpleaños, los días de San Valentín personales.
Dar regalos de amor sin razón alguna y escucharte cuando expresas en palabras
tu felicidad.
· Cuando me
respondes me siento tan especial que eso compensa todos aquellos que, durante
el día, pasaron a mi lado sin verme.
· No invalides mi
ser diciéndome que lo que veo o lo que siento es insignificante o no es real.
Si lo veo y lo siento… para mí… ¡se trata de mi experiencia y por lo tanto es
importante y real!
· Escúchame sin
juzgarme o sin ideas preconcebidas. Ser escuchado, lo mismo que ser visto, es
algo vital. Si en verdad me ves y me escuchas tal y como soy en el momento, eso
será constante afirmación de mi ser, a medida que mutuamente nos ayudamos a
cambiar.
· Tócame. Sostenme
en tus brazos. Acaríciame y abrázame. Mi yo físico se revitaliza gracias a la
comunicación de amor no verbal.
· Respeta mis
silencios. Casi siempre descubro las alternativas para mis problemas, mi
creatividad y mis necesidades espirituales en los momentos de inquietud.
· Hazles saber a
los demás que me valoras. La afirmación pública de nuestro amor me hace sentir
especial y llena de orgullo. Es bueno compartir con los demás la alegría de
nuestra relación.
Sé muy bien que quizá estén pensando que las ideas anteriores en realidad no son necesarias entre amantes; que ocurren de una manera espontánea. Pero no es así. Son estos aspectos mismos de la comunicación los que se convierten en la piedra angular de toda relación de amor floreciente. ¡También constituyen los sonidos más bellos del mundo!
Ernesto Lamonglia, Amarnos los unos a los otros.
Pág.71-73.
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