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miércoles, 13 de enero de 2021

La persona que ama la vida

Psicoanálisis: El amor a la vida

 

El hombre tiene dos capacidades, la del bien y del mal y que tiene que elegir, entre la vida y la muerte. Insistencia tradicional sobre la predisposición del hombre al mal: la Primera Guerra Mundial, Hitler y Stalin, Hiroshima.


El hombre no puede soportar la pasividad absoluta. Se siente impulsado a dejar su huella en el mundo, a transformar y cambiar, y no sólo a ser transformado y cambiado. Crear vida es trascender la situación de uno como criatura que es lanzada a la vida, peor destruir la vida también es trascenderla y escapar al insoportable sentimiento de pasividad total.


Erich Fromm analiza la capacidad del hombre para destruir. El individuo que no puede crear quiere destruir. Y destruir la vida requiere sólo una cualidad: el uso de la fuerza.


El hombre tiene un potencial de violencia destructora y sádica porque es humano, porque no es una cosa, y porque tiene que tratar de destruir la vida sino puede crearla. El único remedio para la destructividad es desarrollar en el hombre un potencial creador, desarrollar su capacidad para hacer uso productivo de sus facultades humanas.


La persona que ama la vida es atraída por el proceso de la vida y el crecimiento en todas las esferas.

Ética biòfila, bueno es lo que sirve a la vida, malo todo lo que sirve a la muerte. El esfuerzo moral consiste en fortalecer la parte de uno mismo amante de la vida.


La condición más importante para el desarrollo del amor a la vida en el niño es, para él, estar con gente que ama la vida.

Condiciones necesarias para el desarrollo de la biòfilia:

Cariño, relaciones afectuosas con otros durante la infancia, libertad (individuo activo-creador y responsable), ausencia de amenazas, enseñanza por el ejemplo, guía en el arte de vivir, influencia estimulante de otros y modo de vida interesante.


Sociedad en la que se desarrolla el amor a la vida:

o   Donde hay seguridad en el sentido de que no están amenazadas las condiciones materiales básicas para una vida digna.

o   Justicia en el sentido de que nadie puede ser un fin para los propósitos de otro.

o   Libertad en el sentido de que todo individuo tiene la posibilidad de ser un miembro activo-creador y responsable de la sociedad.


Bibliografía

Fromm Erich. (2000). El corazón del hombre. México: F.C.E.


*Leer la persona con orientación necrófila.

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